La Silvicultura ha sido definida como el arte de producir y manejar un rodal (bosque y plantaciones forestales) o también como la teoría y la práctica de controlar el establecimiento, la composición, la estructura y el crecimiento de un rodal. La práctica silvícola se compone de los diferentes tratamientos aplicados a los rodales para mantener y aumentar sus beneficios con algún propósito. La tarea del silvicultor es analizar los factores biológicos que influyen sobre la productividad de cada rodal, para diseñar y llevar a cabo los tratamientos más apropiados de acuerdo al objetivo de la gestión, y teniendo en cuenta condicionantes económicos y sociales.

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