Desde hace varios años la caficultura cubana
atraviesa por un período de crisis, causado fundamentalmente por la combinación
de factores edafoclimáticos, sociales, tecnológicos y económicos, además de
factores subjetivos y organizativos, donde el hombre ha sido el ente
fundamental por lo que los rendimientos se han visto en declive, por la edad y
explotación de los cafetales existentes y la disminución de las áreas
existentes.
En la actualidad, el sector intenta reducir
gradualmente las 8.000 t de café que el país importa cada año para completar el
consumo nacional; así como recuperar la producción de cacao. Estos objetivos
significan incrementar las áreas en más del 90 % y alcanzar un acopio de 23.160
t, para cubrir el consumo interno e incrementar las exportaciones.