La internacionalización constituye una gran fuerza para el desarrollo de una universidad moderna atenta al panorama del mundo de hoy. Está orientada para lograr la imagen deseada del profesor universitario, fundamentada en esquemas de formación, ante todo humanista, profesional de alto nivel, investigador, con gran sensibilidad social.Esto sólo se puede alcanzar con un trabajo apoyado por Instituciones de Educación Superior de trascendencia académica, en el contexto internacional.

La internacionalización se debe claramente incorporar y reflejar en cada uno de los procesos de construcción curricular de todas las modalidades educativas, incorporación que debe ser práctica, realista basada en el conocimiento real de estudio y análisis que se elabora de los contextos internacionales en las diferentes áreas del conocimiento. Debe buscar la excelencia académica en la mejora de la calidad y la pertinencia de la educación, elevar la competitividad y potenciarlos valores culturales. Se evalúa a través de varias dimensiones: movilidad académica, programas educativos y de investigación comunes, cooperación para el desarrollo, desarrollo curricular, diversidad cultural, lenguas, comunicaciones informáticas internacionales (movilidad virtual).

Este proceso debe favorecer aquellas actividades y acciones que se han venido creando para ello: la comunicación virtual, la constitución de redes, la organización de asociaciones universitarias y, últimamente, la organización de red de redes, significativos esfuerzos para no aislarse de estas formas de trabajo en el ámbito internacional. Debe posibilitar a las facultades la oportunidad de gestionar y consolidar una política de proyección internacional que la transforme en un actor activo en el escenario internacional, procurando con ello, promover la integración en aquellos espacios que ofrecen oportunidades de crecimiento a partir de la promoción, el intercambio, y la cooperación tanto con sus homólogas regionales e internacionales.

Por todo lo anterior se considera de gran importancia la preparación de los docentes de la educación superior en temáticas relacionada con la internacionalización, ya que ello permitirá desarrollar una cultura organizacional en la que la internacionalización como proceso incida armónicamente en todas las actividades claves de la vida universitaria.

De manera que, la internacionalización es un desafío y una dimensión que genera cambios cualitativos en las instituciones, un proceso dinámico que afronta constantes transformaciones y ocupa un papel importante en el proyecto estratégico de las universidades.